Una de las funciones que tiene encomendadas la dirección financiera es la gestión del día a día de una organización, lo que se conoce como gestión del circulante o finanzas operativas. Para garantizar el éxito empresarial se tiene que asegurar que se disponen de los activos circulantes adecuados evitando que sean insuficientes o excesivos pudiendo generar mayores necesidades financieras.
Desde este punto de vista es muy importante el conocimiento, comprensión y análisis del sistema financiero y de los activos financieros y diferentes mercados en los que estos operan. Desde los inicios de la década de los 80, el ámbito de las finanzas ha estado en constante cambio en la mayoría de las economías desarrolladas. Hasta el punto que, hoy en día todavía nos encontramos inmersos en un contexto financiero en permanente variación. El nacimiento de nuevos activos, la aparición de nuevos mercados organizados así como el desarrollo de otros existentes ha sido la constante de los últimos tiempos.